El "oil peak", la señal de que ya se ha gastado la mitad del petróleo existente en la Tierra, puede alcanzarse en el 2006, el 2008 o el 2014 a más tardar. Y cada vez consumimos más.
Una última posibilidad son los “oil shales” que hay en zonas de valor ecológico de Colorado, Wyoming y UTA, y además son muy caras de extraer y de menos eficacia energética. La Shell, Exxon, Chevron texaco y otras compañías están invirtiendo miles de millones de dólares en investigar y mejorar este método de producción.
“Hasta ahora se han extraído 944.000 millones de barriles, quedan por extraer 764.000 millones en campos localizados y hay unas reservas de 142.000 millones aún por localizar”, calcula el experto geólogo Colin Campbell. Según él, el año que viene se alcanzará el “oil peak”, el punto en el cual la mitad de todo el petróleo se habrá consumido y empezará un lento declive en el acceso al petróleo... que se notará en los precios de todo.
En los años 60 se hicieron los mayores descubrimientos de yacimientos. “El mundo entero se ha investigado sísmicamente”, explica Campbell. “El conocimiento geológico ha mejorado enormemente en los últimos 30 años y es casi inconcebible que yacimientos grandes queden por descubrirse”.
Quizá, admite, haya uno o dos grandes en Rusia y algunos más en África, pero su efecto global sería pequeño. Incluso si se encontrase un campo petrolero gigante, como el de Ghawar, en Arabia Saudí, con mucho el mayor del mundo, que proporcionase otros 125.000 millones de barriles, sólo serviría para atender una demanda mundial de unos 10 años.
Campbell no es un ecologista alarmista. Este inglés ha sido geólogo de la petrolera Amoco, vicepresidente de Fina, y ha trabajado para la BP, Texaco, Shell, Chevron Texaco y Exxon en una docena de países. Ayudó a fundar el Centro de Análisis de Agotamiento de Petróleo en Londres. Ahora está jubilado en Irlanda, pero una serie de financieros suizos le han pedido unas charlas y también las va a impartir en Edimburgo, llamando así la atención de THE GUARDIAN.
Cuando los chinos consuman como europeos
Hace unos años se consideraba mala educación hablar de “el fin del petróleo”; previsiones antiguas se habían equivocado y habían aparecido nuevos yacimientos marinos, por ejemplo. Pero con la guerra de Irak, el crecimiento económico de China y la India, el calentamiento global y los actuales precios récord, el tema resulta inevitable.
Según la Agencia Internacional de la Energía, los países en vías de desarrollo podrían hacer que nuestro consumo crezca un 47% para el 2030: ese año gastaremos 121 millones de barriles al día. El año pasado la demanda de China ya creció un 17%, y en 15 años los chinos estarán gastando 10 millones de barriles diarios, la mitad de lo que consume hoy EEUU. Si la demanda mundial sube un 2% al año, en el 2035 tendríamos que extraer el doble de barriles de los que hoy sacamos. Y eso no puede ser.
La Shell declaró el año pasado que sólo encontró nuevos yacimientos por valor de un 15-25% de lo que produjo. BP encontró fondos nuevos equivalentes al 89% de su producción. Pero eso no es bastante.
Según Chris Skrebowski, editor de la revista británica PETROLEUM REVIEW, las reservas desaparecen a un ritmo del 4-6% cada año. “Deberíamos estar preocupados. Queda poco tiempo y aún estamos en la fase de no reconocer el problema”, dice Skrebowski. “Los gobiernos siempre son excesivamente optimistas. El problema es que el pico, que pienso que será en 2008, es mañana mismo en términos de planificación”. Sólo en Guinea Ecuatorial, Sao Tomé, Chad y Angola se espera que crezca mucho la producción: todos los demás países ya la están reduciendo o lo harán en pocos años. Los campos grandes que se han encontrado en Azerbaiyán, Argelia o las aguas profundas del Golfo de México ya están incluidos en estos cálculos.
Campbell piensa que el pico será en el 2006, Skrebowski calcula que será en el 2008. Los analistas del Deutsche Bank lo situan en el 2014. Los del grupo energético Herol de Wall Street piensan que será el 2010. La oficina para el petróleo de EEUU lo dice con claridad meridiana: “las reservas mundiales se agotan a un ritmo tres veces mayor que el de nuevas reservas descubiertas”.
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¿Qué alternativas hay?
Una alternativa de la que se habla son los aceites pesados: mucho más densos y contaminantes, más caros de refinar. Se encuentran en más de 30 países pero un 90% puede estar en el “cinturón de aceites pesados” de Venezuela, en el Orinoco. Podría dar para más de 300.000 millones de barriles útiles.
Otra opción son las arenas de alquitrán. Requieren grandes minas abiertas de rocas sedimentarias. Se necesita entre 5 y 10 veces más energía, espacio y agua para procesar y refinar que el petróleo convencional. Hay grandes depósitos en Athabasca, en Canadá, que podrían aportar hasta 300.000 millones de barriles. Actualmente Canadá ya obtiene un 20% de su petróleo de esta fuente.
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