La grabación duró una semana y fue realizada en los estudios de Los Ángeles, y tuvo a Chris Martin como protagonista del video, tiempo en que el resto de Coldplay pudo tomar un respiro en medio de su gira mundial.
En él se puede ver a Chris Martin convertido en un de superhéroe animado que va de un lado para otro en un mundo creado con tiza y dibujado en el suelo.
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