A finales de marzo nos enteramos de la existencia de Foodini, una impresora 3D capaz de imprimir comida. Es un proyecto que, a falta de un par de semanas para que termine la campaña, lleva casi un 60% de la financiación necesaria recaudada en Kickstarter. Con esta situación, hemos tenido la oportunidad de ver la impresora de cerca en la oficina del distrito 22@ que Natural Machines tiene en Barcelona.
Nada más entrar en esa oficina ya percibes inmediatamente el olor a comida, de unas pruebas que estaban haciendo imprimiendo un pan redondo con un patrón de espiral. Una mesa llena de ingredientes con dos prototipos y un modelo completo haciendo pruebas, seguido de varias mesas con ingenieros informáticos y expertos en alimentación. Tenía las impresiones de que la propia naturaleza de Foodini impedía flexibilidad al imprimir comida, así que la variedad de ingredientes que vi en las mesas me sorprendió.
La foodini no es una simple impresora 3D, necesita sistemas y complementos para adaptarse a imprimir varios alimentos
Emilio Sepúlveda, CEO y Co-fundador de Natural Machines, nos ha comentado algunas cosas de primera mano acerca del funcionamiento de Foodini: la impresora se sirve de cápsulas donde podemos meter cualquier alimento que no sea sólido. Masa de pan o de bizcocho, puré de patatas, cualquier cosa que se pueda triturar… y esas cápsulas, para que todo el proceso sea más cómodo, tienen que poder colocarse en grupo dentro de la impresora y no una a una.